sábado, 24 de mayo de 2014

Jesús, perdonador de pecados

En el Evangelio de Mateo encontramos una historia de un paralítico que fue traído en una cama hasta donde estaba Jesús, Y viendo la fe de ellos, dijo al paralítico: confía, hijo; tus pecados te son perdonados. 

Al oír esto uno de los fariseos, dijo: Este blasfema. 

Y viendo Jesús sus pensamientos, dijo: ¿por qué pensáis mal en vuestros corazones? porque, ¿qué es más fácil, decir: Los pecados te son perdonados; o decir: Levántate y anda? Pues para que sepáis que el Hijo del hombre tiene potestad en la tierra de perdonar pecados, (dice al paralítico): levántate, toma tu cama, y vete a tu casa. (Mateo 9. 2- 6).

Sin duda que el Señor ve lo que el hombre no ve, pues al tener frente a él al paralítico vio que su situación no solo era física, sino lo más importante era su estado  espiritual, por eso le dijo "Tus pecados te son perdonados", pues el Señor no solo vino a sanar o hacer milagros, sino a dar libertad a los pecadores. En cierta ocasión, dijo: "No he venido a llamar justos, sino pecadores al arrepentimiento".

Qué bendición recibió aquel paralítico, al quitarle el Señor la invalidez y además quitar de su corazón la carga de pecados de quien sabe cuántos años.
     
Amado Lector: Jesús sigue hoy perdonando pecados y dando libertad de las ataduras de Satanás a todos los que como el paralítico, vienen a él.

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