La victoria del creyente en Jesucristo es
una gracia divina, que se aplica a todo aquel que cree en la muerte y
resurrección de Jesucristo, arrepintiéndose de todos sus pecados.
Dios, quien
hizo el plan de salvación desde antes de la fundación del mundo (Efesios 1.4),
levantó a su Hijo de los muertos (Romanos 8.11) para sentarlo a su diestra en
los cielos donde intercede eternamente (Hebreos 7. 25).
La victoria que Jesús obtuvo en la cruz se manifestó en su resurrección, venciendo así al pecado y a la muerte, para que todo aquel que en él cree, no se pierda mas tenga vida eterna (Juan 3.16). Por eso la resurrección de Jesucristo es la victoria de todo creyente sobre el pecado y sobre la muerte, pues quienes dejan este mundo habiéndose arrepentido de todos sus pecados y aceptado a Cristo como su Salvador, no están muertos, duermen, dice San Pablo (1ª Tesalonicenses 4.13-14).
Amado Lector: La resurrección de Jesucristo es la victoria de su obra redentora, para ofrecerla a todo pecador que se arrepiente y le acepta como su Salvador